Hay muchas situaciones en las que la ubicación geográfica de las líneas expone a los aisladores a condiciones ambientales que afectan a su rendimiento.
Se aplica a las zonas situadas muy cerca de algún tipo de fuente de contaminación. Los casos más comunes suelen ser las regiones costeras, las zonas contaminadas industrialmente y las tierras agrícolas.
En todos estos casos, ya sea por los altos niveles de contaminantes, la salinidad y la humedad del aire, la existencia de partículas conductoras en el ambiente e incluso cemento, productos químicos y excrementos de pájaros, los aisladores pueden enfrentarse a varios retos.